Filipenses 2:9 - Explicación del pasaje y su contexto bíblico

El pasaje que vamos a explorar se encuentra en el libro de Filipenses, en el capítulo 2 y el versículo 9. Este versículo habla de la exaltación de Jesús y de cómo Dios le otorgó un nombre sobre todo nombre. A través de este pasaje, podemos entender la supremacía y la gloria de Jesús, así como su posición única y elevada en el reino de Dios.

Versículo: Filipenses 2:9

"Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre".

Explicación del pasaje Filipenses 2:9

Este verso comienza afirmando que Dios exaltó a Jesús hasta lo sumo. Esto significa que Dios le dio la máxima posición de honor y gloria. Jesús es exaltado sobre todas las cosas y todos los seres en el universo. Es importante destacar que esta exaltación no es algo que Jesús se auto-atribuyó, sino que fue otorgada por Dios mismo.

Además, se menciona que Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre. El nombre que se refiere aquí no es simplemente un título o un apodo, sino que se trata de la autoridad y el poder que se le ha concedido a Jesús. Este nombre está por encima de cualquier otro nombre en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Es un nombre que evoca respeto, adoración y reverencia.

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Este versículo nos muestra la posición única de Jesús en el plan de salvación de Dios. Jesús, como Hijo de Dios, merece toda la gloria y la adoración. Su exaltación se basa en su victoria sobre el pecado y la muerte, a través de su sacrificio en la cruz. Es esta victoria la que le concede el derecho y la supremacía sobre todo nombre.

Contexto y reflexión final

Este pasaje se encuentra dentro de un contexto más amplio en el que el apóstol Pablo anima a los filipenses a tener una mentalidad de humildad y servicio mutuo, siguiendo el ejemplo de Jesús. En los versículos anteriores, se menciona cómo Jesús se humilló a sí mismo al tomar la forma de siervo y someterse a la muerte en la cruz.

La exaltación de Jesús que se menciona en el versículo 9 es el resultado de su obediencia y humildad. Jesús dio el ejemplo de cómo debemos vivir nuestras vidas, poniendo los intereses de los demás por encima de los nuestros y sirviendo a los demás con amor y humildad.

Como creyentes, podemos tomar esta enseñanza y aplicarla a nuestras propias vidas. Jesús nos muestra que la verdadera grandeza no se encuentra en la posición o el poder, sino en la humildad y el servicio. Al seguir el ejemplo de Jesús, podemos experimentar la bendición de ser exaltados por Dios y vivir una vida que glorifica a nuestro Salvador.

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